La red digital ha supuesto todo un cambio en la evolución del proceso formativo en cualquiera de las áreas del conocimiento. Hasta hace pocos años, parecía impensable que podía llegar el día donde miles de personas asistieran a un curso a la vez, y que todas ellas pudieran interactuar entre sí, aprendiendo y participando de manera interactiva y decisiva en el proceso, independientemente de su situación geográfica, nacionalidad o incluso idioma. Ni siquiera los teóricos más avanzados fueron capaces de esbozar, la revolución educativa, que hoy podemos disfrutar de manera normal. La nueva formación está aquí, y ha llegado para quedarse y ayudarnos a adquirir conocimiento de una forma efectiva, amena y productiva.
MOOC: El concepto de cursos online masivos abiertos
Allá por el 2008 aparecía el concepto MOOC (Massive Open Online Course, Curso Online Abierto Masivo) producto de la evolución de un movimiento generador de recursos educacionales abiertos, libres y útiles para la enseñanza. La educación a distancia siempre ha estado presente en nuestra historia moderna, en forma de cursos por correspondencia, radio o televisión, pero no en el grado masivo e interactivo que ha supuesto el uso de Internet como medio difusor y relacionador. Pronto se mostró que la formación de grandes grupos podía (y debía) ser la nueva forma de enseñanza. Esto permite llegar a muchas personas, incluso de forma gratuita, y permite que se relacionen entre sí. Según el enfoque, los MOOC tienen dos vertientes: los xMOOC, más cercanos al curso tradicional donde se nos presenta contenido y lo estudiamos, y los cMOOC, una visión mucho más centrada en las colaboraciones entre alumnos, la interacción, la agregación de contenidos y la evolución del material presentado. La sensación es que cMOOC es mucho más vivo, más adaptable, aunque hay quienes piensan que se puede perder un poco la perspectiva y prefieren el sistema más tradicional del xMOOC, donde profesor y alumnos mantienen una relación más tradicional.
Las plataformas LMS (Learning Management System)
Como hemos visto, los cursos propiamente dichos tienen en el entorno online e Internet (o redes privadas corporativas) su medio de trabajo. Para poder organizarlos podemos emplear gestores especializados donde alojaremos y gestionaremos los mismos. Estos se denominan LMS (Learning Management System, Sistema de Gestión de Aprendizaje) y son muy útiles para poder atender todos los aspectos del proceso de los MOOC. Hay que dejar claro que un curso masivo online abierto no necesita per se de un LMS, aunque es habitual encontrarlos unidos sobre todo en las grandes webs dedicadas como edX. Un host LMS puede también alojar cursos tradicionales.
¿Cómo funciona?
Ya sabemos un poco la teoría, ahora vayamos a la práctica. Queremos aprender, podemos hacerlo online e incluso nos gustaría que una institución de prestigio certificase nuestros conocimientos adquiridos. Bien, esto lo podemos hacer con los MOOC. Así que lo primero que nos hemos de preguntar es el idioma del curso: ¿inglés o español? Si nuestro dominio del idioma anglosajón es bueno, se nos abre mucho el campo a la hora de elegir plataforma. No obstante, webs tan representativas como Coursera ya incluyen MOOCs en español, aunque su principal contenido está en inglés. En Udemy también cada día encontramos más cursos en español. Por ejemplo, en el momento de escribir este artículo, si queremos aprender sobre el lenguaje de programación Java encontramos 358 ofertas de cursos en inglés frente a 34 en español, menos del 10%, pero ya existen, cosa que no ocurría hace unos años. De todos modos, quizás si no dominamos el inglés nos planteemos primero los cursos para aprenderlo y perfeccionarlo.
Una vez elegimos el tema que queremos trabajar, podemos primero entrar en las plataformas más adecuadas. Estas son un ejemplo de las webs que podemos visitar: Coursera, Edx, Udemy, Miriada X, P2PU, Udacity, etc. Cada una de ellas tiene características distintas y formatos propios. Por ejemplo, a la hora de seleccionar el curso, podemos encontrar desde modelos gratuitos, donde se paga por la certificación de aprovechamiento, hasta matriculas por trimestres o semestres que suponen precios bastante más elevados. También cambia bastante quién imparte el MOOC: puede ser un particular que sencillamente lo ofrece, como ocurre en Udemy, por lo que los precios son bastante más asequibles, o bien una institución oficial. Quizás nos tendremos que plantear si el curso lo queremos sencillamente para aprender o queremos obtener un certificado de cierto prestigio que añadir a nuestro currículo. Hemos de tener cuidado en eso a la hora de pagar y leer bien si el certificado es oficial o no, incluso si se expide, ya que algunas universidades puede que no lo hagan.
Ya tenemos el curso y la plataforma. Nos registramos, nos apuntamos y tendremos acceso a la documentación, vídeos, etc. que estén disponibles para el mismo. Cada MOOC tiene sus características así que es muy importante que antes de apuntarnos leamos absolutamente todos los detalles. Algunos te dejarán probar unos días y poder solicitar la devolución del dinero si no te gusta, otros tienen partes gratuitas y otros son más parecidos a las clases tradicionales, con un horario y un formato de tutorías y enseñanza. En cualquier caso, los recursos disponibles para aprender suelen ser extensos y de calidad si accedemos a las webs más prestigiosas.
Aprovechando lo aprendido
Una de las cosas más interesantes de los MOOC es que pueden estar “monitorizados” por empresas que buscan candidatos para incorporarlos a sus plantillas. Por ejemplo, Udacity ofrece sus nanodegrees, y colaboran con las grandes empresas mundiales como Google, Amazon, IBM Watson o Mercedes Benz. Los precios de estos nanodegrees son definitivamente inferiores a una matriculación tradicional en una universidad, pero más caros que otras opciones MOOC. El problema reside en la fiabilidad de estos certificados. Porque todavía hay empresas que sencillamente o no los tienen en cuenta o no saben siquiera de su existencia. Hay gente que ha encontrado un buen trabajo tras superar un MOOC (o varios), pero realmente parece ser que la causa está más relacionada con la experiencia y conocimientos adquiridos que con la certificación que hubieran podido ganar con ello. Independientemente de su valor directo en nuestra trayectoria profesional, hemos de preocuparnos más por aprender y aplicar todo lo aprendido.
La Revolución Educativa y El futuro del e-Learning
Casi parece claro que la enseñanza y la formación en general sufrirán de profundos cambios en las próximas décadas. El modelo de un profesor impartiendo clase a un puñado de alumnos en un aula caerá en desuso, siendo sustituida el aula por grandes espacios colaborativos digitales. No se perderá el toque humano, pero si es cierto que la interacción será mucho más virtual que real. Todo el proceso de aprendizaje sufrirá una evolución que ya hoy día vemos, lo cual hará que sea más fácil aprender, más eficaz y con mayores probabilidades de éxito. Todo esto ya es posible, tan solo hay que pasarse por webs como Coursera, Udemy, edX o la Peer 2 Peer University, proyecto totalmente gratuito y formado por la colaboración entre usuarios. En este futuro, las certificaciones y notas obtenidas estarán totalmente regladas y serán equivalentes a las que puedan otorgarse en las facultades tradicionales presenciales. Esto marcará el cambio definitivo al nuevo modelo educativo.